miércoles, 19 de agosto de 2009

La función del educador

La función que cumple el docente en el proceso educativo ha sido interpretada de muchas maneras a lo largo de la historia. Hubo épocas en que caía sobre él la parte más substancial del hecho educativo; en otras, en cambio, su papel fue reduciéndose hasta casi desaparecer.Es importante, en consecuencia, precisar aquí cuál es la función que cumple el educador en la relación educativa. Esto tal vez para algunos resulte un trabajo innecesario, ya que se supone que la función del maestro es enseñar. Pero las cosas no resultan tan claras cuando nos preguntamos qué es enseñar para que esta acción sea propiamente educativa.La palabra enseñar proviene del latín "insignare", que significa señalar, mostrar. Si en el acto de enseñar se señala o muestra lo que las cosas son en sí mismas, está claro que enseñar es mostrar la verdad de las cosas.Pero en el acto de enseñar el docente no puede pensar por el alumno, sino que tiene que ayudarlo para que él mismo sea el que descubra la verdad. A través de métodos apropiados el docente puede hacer que surjan en el alumno juicios y razonamientos similares a los suyos, pero esto no significa que lo que aprenden los alumnos es necesariamente lo que piensan sus maestros: nadie puede conocer algo si no es con su propia inteligencia.Esto quiere decir que el maestro es causa o agente de la educación, pero no el agente ni la causa principal. Ejerce diversas acciones conducentes a un mismo fin: el perfeccionamiento de su discípulo, pero todas ellas no son más que ayuda o auxilio.La relación educativa revela pues dos causas en la adquisición del conocimiento: el entendimiento del alumno como causa principal intrínseca, y la acción del docente como causa secundaria y extrínseca.De modo que los agentes extrínsecos que actualizan el conocimiento no obran más que subsidiariamente, suministrándoles a los alumnos los medios para conocer. Así, la causalidad eficiente principal del aprendizaje se encuentra en el discípulo mismo, aunque necesite de otra causalidad, también eficiente, más no principal, para alcanzar el saber.[...]Si faltara el educador el hombre podría, mediante el recto uso de su inteligencia descubrir las verdades que desconoce, pero tal proceso sería más lento e inseguro, expuesto a errores difícilmente rectificables, y necesariamente incompleto, lo que no ocurre cuando cuenta con un maestro que ya posee el saber y estimula al alumno para que lo adquiera [...]

Juan Carlos Pablo Ballesteros, Introducción al saber pedagógico, p.52, 53 y 54

1 comentario:

  1. Elegiste una interesante forma de comenzar a desarrollar tu espacio.
    El fragmento que seleccionaste me pareció interesante. Puntualmente, al comienzo cuando el autor señala la dinamicidad del rol docente.
    Por ejemplo, en la actualidad nuestra tarea se vincula más con la de un mediador cultural.
    La "transmisión" de saberes y conocimientos ha quedado atrás.

    Gracias por compartirlo

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